leo la sombra, tanteo la rugosa pared del abismo
invisibles los ojos del futuro
lo seduzco con palabra erótica, exhibo mi furia
llevo en la mirada lo que faltó escribir.
No era mi tiempo.
No lo es.
Hay un error y no temo.
Mi destino sigue aquí.
Buenos Aires desoxigenado se llenó de agujas.
Quebrando el viento rompo distancias
aguardo el alba.
Espero sin rezo, sin techo blanco
desde el dolor adivino la constelación del universo
No existe oscuridad que no fluya en luz.
Ando con la lámpara apagada
y aún llevo una certeza,
sé que regresaré con algún destello de la noche.
Ó en algún sendero de tu mano.
DIANA POBLET
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